Jardín de medianoche
2000 - 2016
En ciertas noches, cuando el reloj marca las doce, no suenan doce campanadas sino trece, y es en ese instante en que se develan los misterios del tiempo en mi jardín.  Sus seres me hablan sobre el modo inexorable en que el tiempo transcurre y todo lo cambia. Pero también se enfrentan en el conceptos contradictorios como cuando el pasado se convierte en presente.  
Tempus amplius non erit, ya no habrá más tiempo.  Sencillamente sentir la más simple atracción por mi misterioso jardín levantado por obra de mis deseos y sueños.